Conoce el palacio del amor

En 2007 se llevó a cabo un concurso a nivel mundial para que las personas votaran por las nuevas siete maravillas del mundo moderno (varias de las siete maravillas del mundo antiguo ya no existen y sólo sabemos de ellas por libros y leyendas: como los jardines colgantes del Babilonia o el Coloso de Rodas). A diferencia de las antiguas maravillas, que fueron designadas por un pintor holandés para retratarlas en cuadros, las maravillas del mundo moderno fueron seleccionadas por todos, en una votación pública. Las nuevas siete maravillas son: la ciudad de Machu Picchu, en Perú; la Gran Muralla china; la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro; las pirámides de Chichén Itzá, en México; el Coliseo romano; la ciudad que sale de una roca de Petra, en Jordania; y finalmente, el Taj Mahal de la India.

Sobre este último majestuoso edificio es común escuchar su historia: es producto del amor. Su construcción tomó veintidós años y para ello se trajeron materiales de todas partes de la región asiática: mármol de otros puntos de la India, jade de China, turquesas del Tíbet, zafiros de Ceilán y carnelia de Arabia. Miles de elefantes, durante años, acarrearon en sus lomos todas estas piedras para dar forma al mausoleo que es el edificio principal del conjunto, aunque cuenta con otras piezas, entre ellas hermosos jardines arados por bueyes hasta el día de hoy. Se dice que a todos los que trabajaron en su construcción les cortaron las manos para que jamás se volviera a edificar un templo semejante.

El emperador Shah Jahan construyó este magnífico palacio para que ahí se dispusieran los restos de Mumtaz Mahal, la más amada de sus esposas. Cuenta el mito que se había enamorado de ella al verla en el bazar, cuando la princesa tenía quince años. Para conquistarla, le compró un hermoso collar de diamantes; cinco años después celebraron su boda y la historia narra que vivieron un intenso amor. Tras varios años de matrimonio y catorce hijos, ella falleció en el parto del último. Así que él trajo a los mejores constructores de la región para construirle «la corona de los palacios». Resalta su magnífica cúpula de mármol blanco y la perfección de su simetría: todo, dentro y fuera del palacio, es perfectamente dual y espejeado; a excepción de un detalle: tras la muerte del emperador, uno de sus hijos ordenó que se le enterrara a lado de su amada —en realidad el deseo de Shah Jahan era construir un palacio similar, del otro lado del río, de mármol negro—, así dentro de la cámara mortuoria hay dos tumbas y no una en el centro.

Con todo este relato, ¿no se despiertan las ganas de conocer semejante maravilla? La India es un país fantástico, lleno de colores, cultura y paisajes espectaculares. Además, sus habitantes son personas cálidas y joviales que te recibirán con los brazos abiertos. Contamos con un programa que te permitirá, además de prestar tu ayuda para el desarrollo comunitario en diferentes zonas de este multifacético país asiático, conocer algunas de sus maravillas como el Taj Mahal, la ruidosa y siempre viva ciudad de Delhi, pasear a lomos de un camello por el desierto o aprender a bailar en Bollywood (el Hollywood indio). Estamos seguros de que pasarás momentos increíbles; si viajar y conocer otras formas de vida es increíble, ahora imagina hacerlo con causa. ¡Anímate a descubrirlo!

 

VIAJA CON CAUSA A INDIA


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