Por: Armando Mixcoac
Si el paraíso tuviera una representación material en la Tierra, muy probablemente sería cercano a la isla de Bali, en Indonesia. ¿Qué necesita un lugar para considerarse paradisíaco y despertar en nosotros las ganas de viajar hacia allá? Un clima agradable (entre los 23 y los 32 ºC), paisajes deslumbrantes, playas de arena límpida y tersa, templos religiosos que se levantan hacia el cielo entre faunas extravagantes, inmensos campos de un verde brillante, una vida cultural y mística interesante… Todo esto se conjunta en Bali para hacer de ella un verdadero Edén a nuestro alcance.
Los orígenes de Bali se remontan a tiempos muy antiguos, al igual que su hermana isla de Java (que se ubica a sólo dos kilómetros de distancia). Los seres humanos de la prehistoria llegaron al archipiélago de Indonesia cerca del 2500 antes de Cristo. Después llegó el pueblo hindú y la religión hinduista ha perdurado hasta fechas actuales, incluso con prácticas particulares de la isla. A Bali se le conoce como la isla de los dioses y entre sus principales atractivos turísticos están sus templos: Pura Besakih (con su famosa escalera flanqueada por dragones de piedra), Pura Ulun Danu Bratan (el templo del lago), Tanah Lot (el templo en el mar, pues se levanta sobre un pequeño islote) o Pura Goa Gajah (la cueva del elefante, un espacio para meditación dedicado al dios Ganesh), esto por mencionar algunos.
El sistema de riego de los cultivos de arroz en Bali, denominado subak, cuenta con la categoría de Patrimonio Mundial de la Humanidad, pues es reflejo de la filosofía Tri Hita Karana, que engloba los tres reinos del universo: el espiritual, el del ser humano y el de la naturaleza. Se trata de una vista impresionante: escalones verdes que en cada uno de sus pisos presentan corrientes acuáticas. Puedes leer más sobre ellos en la página de la Unesco: http://whc.unesco.org/es/list/1194#top
Por si todo esto fuera poco, algo más que distingue a Bali es la calidad de sus habitantes: son personas amables y abiertas, que te acogen siempre con una sonrisa. Ellos mismos están conscientes de que gran parte de su sustento económico proviene del turismo y por eso reciben a todos en su isla con los brazos abiertos. Un impedimento que han encontrado para dar esa afectuosa bienvenida es que no todos hablan inglés, pues no toda la gente tiene acceso a una educación que lo incluya en sus contenidos. Te invitamos a que conozcas el paraíso de Bali y a la vez contribuyas para que éste sea un mejor lugar. En Nomad Republic nos hemos aliado con una ONG que tiene varios centros educativos en Bali; en ellos tú podrás impartir clases de inglés a los niños locales, ya sea solo o con un equipo formado por otros voluntarios. Por supuesto, esto implicará un reto interesante, pues los niños hablan el idioma indonesio o balinés y tendrás que encontrar estrategias didácticas y divertidas para comunicarte con ellos.
La oportunidad de impartir clases no se limita al inglés, también podrás dar cursos de computación, deportes y arte. Para ello te proponemos dos sedes: en primer lugar, la ciudad de Ubud, el principal centro cultural de Bali, que cuenta con un famoso mercado de arte y varios museos, centros de yoga, así como un bosque de monos. Si prefieres otro escenario, puede ser en la localidad de Karangasem, donde vivirás a sólo 100 metros de la playa.
Aprovecha esta oportunidad única de conocer un lugar próximo al paraíso y, al mismo tiempo, contribuir a que las personas locales mejoren su calidad de vida y reciban a muchos otros viajeros que también anhelan aprender y conocer en un sitio mágico como Bali: