El punto más alto del planeta

Por: Armando Mixcoac 

Como si la cordillera del Himalaya no fuera suficiente para marcar la frontera entre dos enormes países como China e India, Nepal envuelve las montañas y compone una de las naciones más multiculturales e interesantes del continente asiático —como dato curioso podemos contarte que es el único país en todo el mundo cuya bandera no es un rectángulo, al contrario, se compone de una rara figura con dos triángulos encimados, de color rojo, con un sol y una luna en blanco—. Está conformado por tres regiones claras: el Terai, una cuenca donde nacen los ríos Ganges e Indo, con zonas parecidas a una selva; las colinas, donde empiezan a crecer los montes y su clima es más templado; y la región de las enormes montañas, en donde se ubica el más altos de los picos del planeta Tierra: el monte Everest.

En el idioma nepalí, el Everest se llama de otro modo: Sagarmatha, que significa la frente del cielo. No fue hasta mediados del siglo xx que se supo a precisión la altura de esta inmensa mole: 8 848 metros (incluso durante muchos años Nepal y China manejaron alturas distintas, pues visto desde diferentes partes puede medir más o menos, al final ganó la altura que señalaban los nepalís). Sus piedras son evidencia de la vejez de nuestro planeta, puesto que está formado por diferentes capas geológicas. Su estampa es impresionante: ese pico cubierto de nieve, rodeado sólo por nubes. Desde Nepal se abre un camino de ascenso al Everest que es el más “sencillo”, obviamente sólo es recomendable para escaladores expertos pues, aunque no presenta dificultades extremas (en cierto sentido), el clima, la presión y los vientos hacen de esta aventura algo no apto para amateurs. Muchas personas han perdido la vida en este ascenso, aunque también muchos aventureros que han logrado llegar a la cima, han repetido la hazaña más de una vez.

En 1973 en Nepal se determinó proteger la zona de Chitwan, una superficie de 932 kilómetros cuadrados, especialmente porque en ella habitan varios animales en peligro de extinción, como el rinoceronte indio, una de las tres especies de rinocerontes asiáticos que todavía prevalecen en el continente. También viven ahí reptiles tales como cocodrilos y serpientes (especies majestuosas como la cobra real y la pitón de la India). Los mitos cuentan que las montañas de Nepal son también el hogar del famoso Yeti, el hombre de las nieves: los exploradores han comentado a lo largo de decenas de años que entre la nieve se aprecian sus enormes huellas, aunque nadie nunca pueda afirmar haberlo visto y sostenerlo con pruebas contundentes.

Anímate a comprobar si las leyendas son ciertas, viaja a Nepal y sorpréndete con sus templos budistas e hinduistas y con la amabilidad de sus habitantes. Tenemos una amplia variedad de programas en los que puedes participar y de esta manera apoyar al crecimiento social y humano de Nepal: puedes cuidar niños y apoyar en orfanatos, también contribuir en la educación de los menores; puedes ayudar a diferentes grupos de mujeres a ser independientes y autosuficientes; puedes trabajar en un asilo de ancianos o ayudar a mantener, reparar y embellecer distintas estructuras. Te ofrecemos contar con hospedaje y tres comidas diarias (la gastronomía nepalí te sorprenderá con sus sabores y tradiciones). Vivirás en Katmandú, la ciudad capital de Nepal y tendrás oportunidad de conocer no sólo lugares diametralmente distintos a nuestra realidad, sino una cultura ancestral que ha perdurado, en parte por estar protegida entre enormes montañas:

 

VIAJA CON CAUSA A NEPAL


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