El Tiburón blanco, mito de un incomprendido

Por: Lorenza Dávila

Hay distintos tópicos en el mediático que comenzaron como cliché y terminaron por convertirse en una fuerte opinión colectiva. El tiburón blanco es un claro ejemplo de lo que el mundo audiovisual nos ha hecho entender como “monstruo”, fervor que se generó a partir de la película “Tiburón” de Steven Spielberg. Fue en parte gracias a esta gráfica producción y al sin número de remediaciones que existen, que nació la percepción de terror acuático que hoy en día representa este animal. Pero, ¿son realmente tan espeluznantes como nos los imaginamos? o simplemente fueron protagonistas de una gran saga de terror.

El problema es, que pocos saben sobre las características específicas que hacen de este animal un ser tan majestuoso y que me atrevería a decir, solamente los más aventureros y quienes han tenido la oportunidad de conocer a uno de frente sabrán, son mucho más que solo una mordida perfecta con más de 3 mil dientes. En efecto, el legendario tiburón blanco, es el pez depredador más grande en la faz de la tierra, - con un promedio de entre 4 y 7 metros de longitud - y que además vive generalmente lo mismo que un ser humano. Un ser longevo que habita las aguas costeras templadas del mundo durante más de 70 años en promedio. Pero sería un poco limitante dejar las características principales del tiburón en estos dos puntos, ya que tienen aspectos muy interesantes que los han llevado a convertirse en un gran depredador. Un ejemplo de esto son los seis sentidos que poseen. El gusto, la visión, el olfato, el oído, la electro recepción y la linea lateral. Los expertos aseguran que 2 / 3 de su cerebro funciona con base en su olfato y se estipula que el tiburón blanco puede oler 10 000 veces mejor que los seres humanos. Su visión por el otro lado no es tan buena. A pesar de que son capaces de ver de día y de noche, son también capaces de confundir una tabla de surf con un pez de colores, característica que muy seguramente le ha quitado puntos a su reputación. Por último su sentido auditivo hace que puedan escuchar sonidos a frecuencias sumamente bajas y a varios kilómetros de distancia. Además de esto, la linea lateral es un órgano sensorial que ayuda a detectar el movimiento y las vibraciones del agua circundante. De esta manera, el tiburón es capaz no solo de oler a su presa, pero de sentirla a varios metros de distancia. Finalmente y una de las características más interesantes del tiburón es la electrolocalización, habilidad que tienen estos y algunos otros animales marinos de usar los campos eléctricos como referencia espacial, así como también para sentir la carga eléctrica de su presa a kms. de distancia. Todos los seres vivientes emiten una cierta cantidad de electricidad al moverse dentro del agua y el tiburón es capas de percibir estas descargas y utilizarlas a su favor. Después de mencionar estas características, aunado a su tamaño y longevidad, es fácil asumir que esta máquina subacuática posee todas las herramientas necesarias para autodenominarse el peligro más grande en aguas actuales.

La verdad es que en porcentaje de muertes y ataques anuales a nivel mundial, una persona tiene más posibilidades de morir porque un coco le caiga en la cabeza, que porque un tiburón utilice su sentido de electrolocalización para casar a un humano. Y lo peor de todo es que a pesar de su pésima reputación mediática, del terror y del poco contacto que quiere el ser humano tener con ellos, el tiburón blanco está en la lista de números rojos de la IUCN (Unión internacional de conservación de la Naturaleza) por error y por placer. No existen números concretos sobre su población actual, pero si algo se sabe, es que sus números están decreciendo de manera exponencial y la razón principal de esto, es la captura accidental con redes de pesca. Aunado al hecho de que el periodo de gestación de estos es de nueve meses, factor que no les permite el reproducirse rápidamente. Nomad Republic, por su parte, tiene una alianza con un programa de conservación e investigación del Tiburón Blanco en Sudáfrica. En el que además de involucrarte en la parte de investigación, se te enseñará, a través de una jaula (Shark-Cage-Diving) a descender y conocer el mundo sub acuático en el que se mueve el tiburón blanco. Este proyecto tiene previsto educar a la gente a respetar a estas criaturas y a conocerlas un poco más, de frente y sin intervenciones mediáticas de por medio, así como de financiar la investigación y por ende protección de este hermoso animal. Y si, sí se están tomando medidas de precaución con relación al tema.

Se han promulgando leyes en distintos países que prohiben su pesca, así como la inmediata liberación en caso de ser pescados accidentalmente, México, es uno de ellos. Y se están creando campañas con la finalidad de reducir el impacto mediático que durante tantos años ha acechado al tiburón. Pero la verdad del tema es que se necesita un cambio drástico en la mentalidad y el modus operandi del ser humano para dejar de percibirlo como una amenaza y comenzar a verlo como el maravilloso animal que es antes de que se convierta en una leyenda imposible de constatar.


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